viernes, 20 de enero de 2017

Canción sorda a un amor ciego

Mis dedos pensando en tu piel. Acordes de una guitarra tímida que me pone contra las cuerdas. Domingo. Domingo azul. Domingo azul porque es contigo. Gente. Mucha gente alrededor, yendo y viniendo. Gente alta, gente baja, gente guapa, gente fea,  gente gorda, gente flaca. Gente. Gente invisible. Solo gente flotando entre tú y yo. Tú. Yo. Nosotros. Miradas, miradas tímidas que se cruzan en el aire. Miradas que juegan a pronunciar las palabras que nuestros labios resecos no se atreven a hilvanar. Calor. Calor con prisa, calor con nervios, calor de un querer y no poder. Calor con sabor a incertidumbre y aroma a desafío. Sonrisas, sonrisas que nacen elegantes y que, de la emoción, se convierten en una mueca forzada. Sudor, sudor incontrolable de manos. Sudor de manos que sueñan con dibujar todos sus secretos en tu cuerpo, hasta hacerlo quebrarse de placer. Placer, placer de estar tan cerca que quema y a la vez tan lejos que corta. Placer de soñar despierto. Placer de desear con pureza y lascivia al mismo tiempo. Placer de saber que tarde o temprano tendremos que romper el dicho de "Se mira pero no se toca". Morbo, morbo de imaginar tu piel con la mía, tu aliento en mi nuca, mi sexo en lo más profundo de tu ser. Morbo de verte como nunca nadie te ha visto, de tocarte donde nunca nadie te ha tocado, de morderte, de comerte y de beberte. Morbo de dormirte en mi pecho y de despertarnos desnudos cuando el sol nos delate. Miedo, miedo de engancharme a tu droga y no saber abandonarte. Miedo de impregnar mis sábanas de tu perfume. Miedo de fijar en mi retina tus miradas, tu risa, tus gestos. Miedo de seguir sintiendo tu piel en la oscuridad cuando ya estés lejos. Miedo de que el juego me atrape y empiece a quererte. Miedo de saber que tú no piensas lo mismo. Miedo de perderte, de dejar escapar algo que, sin haber llegado a tenerlo, ya me demuestra el potencial de su grandeza. Y mientras tanto aquí estamos nosotros, tu y yo. Yo. Tú. Rodeados de gente. Tu y yo flotando entre gente invisible. Gente alta, gente baja, gente guapa, gente fea, gente gorda, gente flaca. Gente que no tiene ni idea de cuánto desearía que mis dedos tocasen tu piel esta noche, al ritmo de los acordes de esta guitarra cada vez más traviesa. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario