lunes, 13 de noviembre de 2017

Encuentros bajo el aguacero

Llueve.
Llueven palabras
Llueve.
Llueven mensajes,iconos, propuestas.
Llueve.
Llueven miradas, llueven sonrisas, llueven silencios.
Llueve.
Llueve y llueven aromas, llueven caricias, llueven nervios.
Llueve.
Llueve, lluvia que roza, lluvia que besa, lluvia que quema.
Llueve.
Llueve y sigue lloviendo sobre nosotros.
Llueve.
Llueve sobre dos cuerpos mojados.
Llueve.
Lluvia que diluvia.
Llueve.
Llueve que resbalan las manos.
Llueve.
Llueve, por Dios que no pare.
Llueve.
Llueve presente, llueve futuro, llueve infinito.
Llueve.
Llueve calma sobre nosotros.
Llueve.
Llueve tiempo, llueve lento, llueve bueno.
Llueve.

Y llueve, pero a veces truena.
Y llueve.
Y llueve pero luego pasa y llueve y limpia.
Y llueve.
Y llueve y lloro.
Y llueve.
Y llueve de lado y empapa y enfría.
Y llueve.
Y llueve que asoman relámpagos inevitables.
Y llueve.
Y llueve que caen palabras grandes, reprimidas, voraces, malsonantes.
Y llueve.
Y llueven aguaceros de lenguas afiladas en continua lucha.
Y llueve.
Y llueven ofensas que se comen los silencios y que la lluvia no tapa por intensa que sea.
Y llueve.
Y llueve sucio.
Y llueve.
Y llueve y apenas se va una tormenta estalla otra que trae consigo más lluvia.
Y llueve.
Y llueve un llover tedioso, marchito, pagano.
Y llueve.
Y llueve realidad con recuerdos.
Y llueve.
Y llueve y se entremezcla la lluvia de antes con la de ahora, la de siempre, la nuestra, la de ninguno.
Y llueve.
Y llueve que tú ya no eres tú ni yo soy yo ni yo te busco ni tú me buscas, ni nos encontramos.
Y llueve.
Y llueve que alguien se harta de que llueva y se queda encerrado en casa.

Y todavía llueve.
Y todavía llueve que suena, nervioso, el teléfono, intentando hablar de sol entre tanta tormenta, pero ya solo se oye llover.
Y todavía llueve y son tantos los charcos entre tu cabeza y la mía que ya no consigo llegar.
Y todavía llueve mientras intento olvidarte y resbalan por mi cristal gotas que dibujan tus iniciales.
Y todavía llueve y se empaña mi mundo y quizás el tuyo y desde aquí ya no sé ve nada.
Y todavía sigue lloviendo que llueve y requetellueve, que ya solo huele a lluvia. A lluvia cansina, a lluvia incesante, a lluvia vieja, a lluvia de mierda, a lluvia de luto.

Y aún Llueve, joder.
Llueve.
Y Llueve.
Y todavía llueve.
Llueve.
Y llueve.
Y todavía llueve...

...Hasta que un día el cielo se pare y me conceda una tregua. 
...Hasta que poco a poco el suelo se agriete y, con él, tu estela. 
...Hasta que se vaya secando el duro aguacero de nuestra historia. 
...Hasta que se entremezcle la ficción de mi cabeza con tu recuerdo.

Y entonces… Entonces por fin ya no lloverá. 

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