sábado, 13 de enero de 2018

Apagón de medianoche

Se va la luz cuando suena el piano.

Tocan las manos una música salvaje de cuerpos en almíbar.

Resuenan dos corazones como péndulos contra el aire, marcando las horas ahí donde ya no corre el tiempo.

En ese intervalo obtuso entre ayer y mañana  cuando un reloj no sabe si volver a cero o marcar veinticuatro, nace la canción de dos almas rotas que conocen la magia en la partitura viscoelástica de un hotel de periferia.

Y a pesar de la escasez de oído y destreza en el arte de tocar las teclas, los atrevidos protagonistas consiguen ofrecer un concierto diferente, de esos que hacen sacarle brillo a una noche cualquiera.

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